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Consejos para trasladar un intercambiador de calor a larga distancia

Si necesitas realizar el traslado de un radiador o intercambiador de calor a larga distancia, debes tener en cuenta ciertos aspectos para no tener una mala experiencia que perjudique el dispositivo y su eficiencia.

Recuerda que estos equipos son fundamentales para el funcionamiento óptimo de sistemas de calefacción, refrigeración y procesos automotrices e industriales, por lo que su manipulación debe realizarse con precaución para evitar daños y garantizar su correcto funcionamiento una vez instalados en su nuevo destino.

Radiadores Fortaleza, empresa peruana líder en fabricación, distribución, servicios de reparación y mantenimiento de radiadores e intercambiadores de calor, que desde el año 1966 viene brindando sus productos y servicios de manera exitosa en diferentes países de la región, te brinda las siguientes recomendaciones para realizar con éxito la tarea delicada de traslado de un radiador o intercambiador, antes, durante y después.

  1. Antes del traslado:

    • Inspección inicial:

      Inicia con una inspección detallada del radiador o intercambiador de calor a fin de detectar cualquier daño existente antes del traslado. Esto te permitirá documentar su estado actual y evaluar cualquier reparación necesaria antes de moverlo.

    • Desconexión adecuada:

      Seguidamente, debes desconectar el radiador o intercambiador de calor de todas las fuentes de energía y sistemas de tuberías de manera segura y adecuada. Verifica si se está siguiendo las instrucciones del fabricante para el apagado correcto y la desconexión de los componentes.

    • Etiquetado y documentación:

      Ahora debes etiquetar todas las conexiones y componentes para facilitar el ensamblaje posterior. Documenta el proceso de desconexión y asegúrate de guardar los manuales de usuario y cualquier documentación relevante para referencia futura.

    • Cobertura del radiador o intercambiador:

      Hermetiza las bridas y conexiones de ingreso y salida de fluidos a fin de evitar el ingreso de polvo o suciedad del ambiente. De preferencia presurizar a baja presión con un gas inerte como el nitrógeno, teniendo en cuenta que, si el intercambiador va a ir a grandes altitudes, se debe considerar la baja presión atmosférica por lo que la presurización debe disminuirse.

      Además, se debe cubrir el intercambiador con superficies que puedan resistir el golpe de piedras que puedan caer o ser proyectadas por otros vehículos, ya que no siempre el intercambiador irá en un camión cerrado.

    • Preparación del embalaje:

      También, debes usar materiales de embalaje adecuados, como burbujas de aire, espuma o cajas resistentes, para proteger el radiador o intercambiador de calor durante el transporte. Asegúrate de que el embalaje sea lo suficientemente resistente para soportar el peso y proteger contra golpes y vibraciones.

      Si es un cajón cerrado, se debe indicar la posición del cajón con respecto al piso o superficie de apoyo utilizando una flecha, se debe indicar si la carga permite apilar sobre ella y de ser posible indicar el peso bruto para facilitar la elección de un medio de izaje o carga.

    • Planificación logística:

      Otro punto importante es planear el transporte con anticipación, considerando el tipo de vehículo necesario, las rutas más seguras y eficientes, así como cualquier requisito especial para el manejo de cargas pesadas o voluminosas.

  2. Durante el traslado:

    • Manipulación cuidadosa:

      Traslada el radiador o intercambiador de calor con cuidado para evitar golpes, caídas o impactos que puedan dañar los componentes internos o externos. Utiliza equipos de elevación adecuados y sigue las mejores prácticas de seguridad en el manejo de cargas pesadas.

    • Control de temperatura y humedad:

      Protege el equipo de condiciones ambientales radicales durante el transporte, como temperaturas extremadamente altas o bajas, y niveles elevados de humedad que puedan causar daños por corrosión o condensación.

    • Seguimiento y supervisión:

      Supervisa el traslado de cerca y asegúrate de que se sigan todas las precauciones y procedimientos establecidos. Mantén una comunicación abierta con el equipo de transporte y soluciona cualquier problema o contratiempo de manera oportuna.

  3. Después del traslado:

    • Inspección post-traslado:

      Debes realizar una inspección exhaustiva del radiador o intercambiador de calor una vez llegado a su destino para verificar su integridad y condición. Busca signos de daños o anomalías que puedan haber ocurrido durante el transporte.

    • Pruebas y puesta en marcha:

      También es recomendable efectuar prácticas de funcionamiento y puesta en marcha del equipo para asegurarte de que esté operando correctamente; así como verificar si se ha purgado todo el aire del sistema, de lo contrario, puede presentarse un sobre calentamiento. Otra sugerencia es verificar que todas las conexiones estén correctamente instaladas y que no haya fugas o problemas de rendimiento.

    • Mantenimiento preventivo:

      Considera la realización de tareas de mantenimiento preventivo, como limpieza, lubricación o ajustes, para garantizar el rendimiento óptimo a largo plazo del radiador o intercambiador de calor.

    • Documentación y seguimiento:

      Actualiza cualquier documentación relevante, como registros de mantenimiento o garantías, con la información del traslado y las pruebas posteriores. Mantén un registro detallado de cualquier servicio realizado y/o problema identificado para que pueda ser considerado como una referencia en el futuro.

Siguiendo estas recomendaciones del antes, durante y después del traslado, podrás asegurar un proceso seguro y exitoso para la movilización de un radiador o intercambiador de calor a larga distancia, garantizando su funcionalidad y durabilidad en su nuevo lugar de destino.

Si necesitas asesorarte en cómo transportar los intercambiadores de calor, comunícate, con un asesor de Radiadores Fortaleza.