La erosión, corrosión, desgaste y ataque químico se han convertido en los enemigos a los que las
industrias vienen haciendo frente, en defensa del normal ritmo de su productividad; así como, la
protección de su valiosa infraestructura.
Una de las piezas que buscan preservar con ahínco es el intercambiador de calor
industrial,
dispositivo que se encarga de mantener una temperatura ideal dentro de los sistemas y motores
que dan vida a las elementales maquinarias.
De ahí la importancia de brindar al intercambiador de calor industrial un uso y limpieza
correctos, además de su mantenimiento especializado y periódico.
En este artículo brindaremos algunos consejos generales para que puedas llevar a cabo la
limpieza externa e interna de este dispositivo.
Esta acción es esencial para mantener un entorno de trabajo seguro y eficiente. A continuación, toma en cuenta los siguientes pasos:
-Identifica el equipo o intercambiador de calor que necesitas limpiar.
-Revisa los procedimientos de seguridad y prepara tu equipo de protección personal
necesario, como guantes, gafas de seguridad y ropa adecuada.
-Asegúrate de que el equipo esté apagado y desenergizado si es necesario.
-Retira cualquier objeto o material que obstruya el acceso a la superficie que vas a
limpiar.
-Esto incluye herramientas, materiales o cualquier cosa que pueda interferir.
-Utiliza aire comprimido o cepillos para eliminar polvo y partículas sueltas de la
superficie.
-Trabaja desde la parte superior hacia abajo.
-Utiliza un limpiador o desengrasante adecuado a la superficie.
-Asegúrate de seguir las recomendaciones del fabricante del producto.
-Si se trata de equipos o superficies metálicos, considera el uso de un anticorrosivo
después de la limpieza para prevenir la oxidación.
-Considerar el material de fabricación del radiador a la hora de elegir un producto de
limpieza ya que por lo general los intercambiadores están fabricados con materiales
diversos y de espesores pequeños que podrían sufrir daño permanente si se utiliza un
producto de limpieza que reaccione muy agresivamente con el intercambiador.
-Utiliza cepillos o escobas para frotar las áreas sucias y eliminar la suciedad o la
grasa.
-Enjuaga o cambia el agua o el limpiador con regularidad para evitar que se acumule la
suciedad.
-Usa agua limpia sobre la superficie para eliminar los restos de limpiadores y suciedad
suelta.
-Utiliza mangueras o baldes de agua según sea necesario.
-Asegúrate de que la superficie esté completamente seca antes de volver a poner en
funcionamiento el equipo o volver a utilizar la instalación.
-Este paso es importante sobre todo cuando el intercambiador es de cobre, ya que restos
de agua podrían acelerar la formación de la patina natural del cobre y, en el caso de
tener una estructura metálica ferrosa, la aparición de óxido superficial favoreciendo la
corrosión en el futuro.
-Realiza una inspección final para asegurarte de que la superficie esté completamente limpia y que no queden residuos.
-Desecha adecuadamente cualquier químico o material utilizado en la limpieza de acuerdo con las regulaciones de residuos y normativas ambientales.
-Registra la limpieza en el registro de mantenimiento con fecha, hora y detalles de la acción realizada; programa futuras limpiezas de acuerdo con las recomendaciones del fabricante y las necesidades operativas.
Es importante adaptar estos pasos a las necesidades específicas de su equipo, así como seguir las pautas de seguridad y las recomendaciones del fabricante.
La acumulación de suciedad, incrustaciones y depósitos en el interior del intercambiador de
calor puede reducir su capacidad de transferir calor de manera efectiva.
Aquí te indicamos los pasos generales para llevar a cabo la limpieza interna de un
intercambiador de calor industrial:
-Verifica que el intercambiador de calor esté completamente apagado y aislado del sistema en el que esté funcionando para evitar lesiones y daños.
-Si es posible, desmonta las partes del intercambiador de calor, como las placas, tubos o cualquier componente que bloquee el acceso en su interior.
-Realiza una inspección visual para evaluar el grado de acumulación de suciedad y depósitos en el interior del intercambiador.
Limpieza química:
-Utiliza productos químicos específicos para disolver incrustaciones y
depósitos.
-Sigue las instrucciones del fabricante para la preparación y aplicación de
los productos
químicos.
-A menudo, se utilizan ácidos o solventes alcalinos para disolver depósitos.
Limpieza mecánica:
-Usa cepillos, escobillas o herramientas mecánicas para eliminar la suciedad
y las incrustaciones.
-Elige las herramientas adecuadas para raspar o frotar suavemente las
superficies del intercambiador de calor.
Limpieza con agua a presión:
-Aplica agua a alta presión y boquillas para eliminar la suciedad y los
depósitos.
-Verifica que el agua utilizada esté limpia y libre de impurezas.
-Enjuaga con agua limpia para eliminar cualquier residuo de productos químicos o
suciedad suelta.
-Secar el interior es importante sobre todo cuando el intercambiador es de aceite, ya
que restos de agua podrían emulsionar con el aceite echándolo a perder.
-Realiza otra inspección visual para comprobar que el intercambiador de calor esté limpio y libre de obstrucciones.
-Vuelve a montar todas las piezas y asegúrate de que estén correctamente instaladas antes de poner en marcha el intercambiador de calor.
-Implementa un programa de mantenimiento preventivo regular para evitar la acumulación de suciedad en el futuro y garantizar un rendimiento óptimo del intercambiador de calor.
Es importante seguir las pautas y recomendaciones del fabricante del intercambiador de
calor
industrial y de los productos químicos utilizados, así como tomar precauciones de
seguridad
adecuadas durante el proceso de limpieza. Si no te sientes seguro realizando esta tarea por ti
mismo, es recomendable contar con personal capacitado en limpieza de intercambiadores de calor
industriales.
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